Mi Código Ético Y Reflexiones

Este es mi propio código ético, asi es como pienso que debe actuar un interprete de Tarot, con sinceridad, integridad y sobre todo con humanidad. Lo he extraído de diversas webs intentando adaptarlo a mi propio pensamiento.

El Tarot es una herramienta que debe ser usada para ayudar y prevenir, nunca para sentenciar, en especial si las predicciones son negativas, pues el ser humano es quien escribe su propio destino con cada decisión que toma en su vida. El Tarot no muestra un futuro fijo e inmutable, sino la tendencia que seguiran los acontecimientos si continuamos o nos decantamos por un determinado camino, esta tendencia cambia con cada decisión que tomamos. Por tanto,se deben evitar radicalmente las supersticiones fatalistas, explicándole al consultante que el ser humano es dueño de su propio destino.

El objetivo principal del Tarotista  debe ser la profundización en sus propias nociones y en su propio conocimiento, obrando constantemente a favor de su propia evolución mental y espiritual.

El hecho de hacerle una lectura (ya sea de tarot, bola de cistal, runas, etc.) a una persona implica que esa persona está depositando en nosotros ciertos aspectos de su vida, algunos muy delicados, que dependiendo del ámbito de la lectura pueden quedar al descubierto, por lo que el consultante pone en el lector una profunda confianza en que el tema que le preocupa será tratado con respeto y alejado de todo juicio. No es trabajo del lector juzgar o valorar la vida del consultante, de ahí que siempre al final de la lectura agradezca la confianza que el consultante deposita en mí.

El Tarotista como cualquier otro profesional, tiene derecho legitimo de hacer de sus conocimientos un modo licito de ganarse la vida, evitando toda forma de explotación de las ansiedades y miedos de los constantes.

Cuando el Tarotista o Vidente se sienta insuficientemente preparado para hacer frente a un cometido que le haya sido confiado, por pura honradez profesional deberá declarar su propia incompetencia y aconsejar al consultante que se dirija a otros profesionales.

Un tarotista debe ser totalmente sincero y mantener la total confidencialidad y el secreto profesional.

Es obligación interpretar exactamente lo que dicen las cartas y no lo que el consultante desea oír.

Se debe obviar interpretaciones subjetivas o consejos superficiales que puedan poner en peligro la integridad de la familia, la salud o las relaciones del consultante.

Se debe alertar al consultante sobre los obstáculos y retos que auguran las cartas de manera no fatalista pues todos somos en última instancia dueños de nuestro propio destino.

No realizar una consulta cuando uno no se encuentre en perfectas condiciones de dar todo en ella.

Un tarotista no es un médico ni un abogado, si el consultante busca estos tipos de ayuda, el tarotista debe aconsejar que soliciten la ayuda a los correspondientes profesionales.
El tarotista debe evolucionar permanentemente aumentando los conocimientos profesionales.

No debe abandonar a un cliente cuando por determinadas circunstancias se vea imposibilitado de pagar la consulta.

En estos dias siguentes editare para escibir las fuentes  y porque creo que algo se me olvidara seguro.... :)

2 comentarios:

  1. ¡Qué bueno lo de que el tarot sólo marca tendencias! ¡A veces hay que repetirlo tanto! El intrusismo existente con fines crematísticos (money siempre es money) ha deteriorado por completo el significado y utilidad del tarot.

    Me ha encantado ese comentario, Gato ;-) Besos,



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  2. Pues si eso pienso yo Mayte, hay que ser mas sinceros, no pasa nada malo por no ser el vidente mas grande del mundo, pero si que pasa por no ser buena persona, ;). Un besazo... Has visto que estoy reestructurando el blog (bueno yo no, porque no sabia, jaja, la amiga que publica aqui su curso de gemoterapia, que es un primor de chica, jeje) ahora mismo esta en obras pero ya me diras si te gusta como queda ;) Besos!!!

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